domingo, 7 de enero de 2018

Entrevista con David Lynch en los Cahiers du cinéma de diciembre de 2017

Les comparto una traducción que hice de la entrevista que le hicieron a David Lynch en los Cahiers du cinéma del mes de diciembre del año 2017. Si encuentran algunos problemas de redacción les agradezco que me los hagan saber para corregirlos, aunque me gustaría aclarar que en la entrevista original (publicada en francés) hay varias partes en que las ideas son un poquito difusas e intenté mantener aquello. Espero que la disfruten.

Mystery Man

Por Stéphane Delorme y Jean-Philipppe Tessé en París, el 30 octubre 2017.

Que la palabra de David Lynch es cada vez más rara en estos últimos años, es lo menos que podríamos decir. El cineasta no da muchas entrevistas y cuando consiente alguna, resulta un hombre de pocas palabras. Por tanto, es una alegría particular encontrarse con él. Nosotros nos reunimos con él en Idem, una imprenta de arte en el barrio 14 de París. Fundado en el siglo XIX, ella fue destinada a la litografía y ha visto desfilar por sus instalaciones a Matisse, Picasso, Chagall, Miro, Giacometti junto a muchos otros. Hoy, muchos artistas vienen a trabajar aquí, como Miquel Barceló, Gérard Fromanger, Xavier Veilhan o David Lynch, con quien nos encontramos en el fondo del taller, escondido detrás de una mampara, solo. Sobre la mesa, una ensaladera llena de agua, algunos tubos de pintura, sus gafas, un montículo sabiamente construido de piedras de azúcar envueltas, esperando el café que le trajimos. Cerca de él, un cuadro comienza a nacer.

Preguntándole sobre la tercera temporada de Twin Peaks, sabemos que David Lynch no nos dirá (por ejemplo) dónde se despertó Audrey Horne al final del capítulo 16. Pero su laconismo es a la vez excesivo y malicioso, alegre, marcado por los American Spirit que fuma plácidamente, constituyendo una paradoja que toma la forma de una sesión de tortura para sus interlocutores: su amabilidad, su benevolencia, y la generosidad real de la que hace gala aceptando esta entrevista para los Cahiers, contrastan con sus silencios, sus “como siempre lo digo”, sus largas frases de reflexión, sus “yo no sé”. Paradoja empujada al extremo: prevista para cuarenta minutos, la entrevista (cuya transcripción verán a continuación) terminó durando más de una hora y media por solicitud del mismo Lynch.
En todo caso, la cosecha es preciosa: nos deja ver donde está David Lynch hoy en día. Desde hace unas décadas, sea cual fuere la pregunta, su respuesta siempre toma la forma de un método depurado y soñador: una idea le llega, lo hace sentir enamorado y usted la sigue.  Esa suerte de inocencia del artista visitado por las ideas es el fruto de una trayectoria entablada hace cuarenta años, cuando él se iniciaba en la meditación trascendental.

Privándose/nos de todo discurso sobre sus obras, Lynch parece haber llegado a ese punto de supresión de él mismo. Más que un artista celoso de sus secretos parece enamorado del misterio. Así que tanto peor para todos los enigmas que quedarán cifrados: ese gusto del misterio y ese rechazo de la explicación a todo precio tienen algo de salvador hoy.

Una vez que la entrevista terminó, David Lynch regresó sin dudas a su mesa, con sus tubos, con sus piedras de azúcar amontonadas; un genio tranquilo trabajando en París en un lunes de octubre.


Usted pensó sin dudas regresar a Twin Peaks, pero ¿cuál fue la idea que le dio luz verde a ello?
Mark Frost vino a verme o me llamó para preguntarme “¿Qué dirías de regresar al mundo (back into the world)?” Se habían dado también discusiones en internet a propósito de los 25 años. Entonces, fue así como todo comenzó, con un almuerzo con Mark.

¿Él le aportó ideas precisas?
Él tenía una idea: Dale Cooper llega a Las Vegas dentro de una casa abandonada. No mucho más que eso. Después, comenzamos a hablar y eso.

¿Eso no fue parte de una discusión con Kyle MacLachlan?
No. Mark y yo nos guardamos eso durante mucho tiempo. Yo sabía evidentemente que Kyle sería parte de esto porque Cooper es su personaje favorito. Así que un día, yo estaba en Nueva York, donde vive Kyle la mayor parte del tiempo, y lo invité a verme en una habitación de un hotel donde se lo dije. Sin embargo, él lo sospechaba de alguna manera porque estaba en el aire.

Antes de la llamada de Mark Frost, ¿también estaba en el aire para usted?
Sí, creo. Tocaba que llegase, extrañamente. 25 años son muchos. Así que parecía perfecto.

¿Hubo ideas que usted hubiese tenido durante el curso de estos 25 años y que lograron encontrar un lugar en la tercera temporada?
Sí, algunas venían del último capítulo de la segunda temporada y otras de Fire Walk With Me. Había algunas cosas que nadaban por ahí (swimming around) durante todo este tiempo. Sin embargo, eso no era preciso. Y cuando usted comienza a concentrarse, hay cosas que aparecen.

El personaje de Dougie, por ejemplo, ¿de dónde viene la idea?
Las ideas vienen del éter. Ellas llegan, es todo, no sé cómo. Las ideas nacen, simplemente, y como lo digo siempre, no es una cuestión de la imaginación, eso viene de afuera, hacen “pop” en la cabeza y luego uno las ve.

Pero con Dougie, ¿usted lo fabricó junto con Kyle MacLachlan?
No, no, eso se presentó como idea. Nosotros comenzamos a escribir y una cosa llevó a la otra. Eso sale y luego se ajusta. Algunas cosas aparecieron en el rodaje.

¿Por ejemplo?
(Risas). Hay un montón de cosas…Me imagino que quiere que le diga sobre cosas precisas, pero en realidad, no lo sé. A menudo, las cosas aparecen de forma contingente. Por ejemplo, usted no puede tener al actor que quiere por cualquier razón, así que le toca traer otra idea. Hay un montón de cosas que pueden pasar. A veces son accidentes felices (happy accidents), a veces las ideas nuevas surgen. Yo siempre digo: una cosa no está terminada hasta que no se termine.

Usted siempre quiso realizar una comedia. Usted escribió los guiones de One Saliva Bubble, con Mark Frost, o de Dream of the Bovine. ¿Esta tercera temporada, con la historia de Dougie, fue una forma de hacer también comedia?
Hay películas que son llamadas comedias, otras drama, y otras de terror…Yo prefiero mezclar todos los géneros en una sola película. Como en la vida. Usted puede llorar en la mañana y reír en la tarde.

Pero ¿algunas de las ideas de Twin Peaks vienen de otros proyectos como One Saliva Bubble?
No, todo lo que es gracioso en Twin Peaks viene del mundo de Twin Peaks

Durante toda la tercera temporada, nos encontramos entre la desesperación y la iluminación (enlightenment). ¿Usted quería desencadenar eso en el corazón y el espíritu de los espectadores?
Pensar en el espectador cuando usted está creando, pienso que no es una buena idea. Usted debe solamente pensar en lo que le gusta a usted. Si una idea se presenta y ella no lo hace estremecerse, usted no la utilizará. Si es una de esas ideas que lo hace temblar, entonces tiene que intentar transcribirla de la manera más exacta. Pero el mundo cambia tan rápido en nuestros días, que, si usted piensa en el público del 2012, lo que usted haga no será válido en 2017 ya que es un mundo diferente. Toca entonces que usted haga lo que le guste y espere lo mejor.

Nosotros recibimos Twin Peaks como un regalo que nos fue dirigido…
Mucho mejor, eso es muy bonito. También fue un regalo para mí. Es como una mañana de navidad en la que ustedes abren sus regalos.

La serie es también muy realista en lo que respecta a los Estados Unidos de hoy, a la época en la que vivimos…
Es una época oscura (dark age)…Podemos esperar que se ilumine, pero por el momento es muy oscura.

Es la primera vez que usted evoca también de manera explícita los problemas contemporáneos en una de sus obras: la violencia contra las mujeres, las armas, el seguro médico…Y eso, en cada capítulo. ¿Eso era importante para usted?
Esas son las ideas. El mundo contiene muchas ideas. No es que toque dirigirnos a las personas, o transportar un mensaje, es más bien el mundo el que les habla. Y hay también otras ideas que no son provocadas por el mundo, sino que vienen de otros lados. Pero el mundo de hoy influye sin dudas en Twin Peaks.

De pronto más que en sus otras películas
Yo no sé (silencio largo). Yo no sé. De pronto.

Hay también en la serie un desencadenamiento raro de violencia. Por ejemplo, las parejas son todas tomadas por la violencia: Shelly y Bob, Becky y Steven, Audrey y Charly, etc. Solo Andy y Lucy y la pareja conformada por Ed y Norma se escapan de ello. Es como si el amor no fuera más posible.
Para Dougie, las cosas van un poquito mejor…(risas).

Sí, pero él es un simulacro de hombre.
Es verdad, pero es lo suficientemente real para hacer feliz a esa familia. Así que hay alegría, pero también problemas.

La forma como usted filma la violencia es muy impresionante. Por ejemplo, la escena en la que Sarah Palmer mata a un hombre que la acosa en el bar. O la violencia conyugal entre Becky y Steven. Como si usted sintiera la necesidad de ponernos en frente de esa violencia.
No, eso vino con las ideas. El mundo contiene ideas. Siempre es la misma cosa. Mientras que discutimos aquí, hay personas que sufren en lo más profundo del infierno. Y otros nadan en alegría. Es así.

Pero para que una idea se le presente, ella debe estar conectada con lo que siente.
Sí. Como siempre lo digo, cuando las ideas se presentan y ustedes caen enamorados de ella, ustedes se van a sentir bien. Después, usted intenta hacer algo con esas ideas en el mundo. Y para algunos, entre los que no se siente enamorados, ustedes comprenderán que ese no es el mejor momento para ellas. Mientras para otros, no es el momento correcto, ellas parecen pertinentes donde usted las prueba. Y entonces usted se va con esas ideas.

¿Cuáles son las ideas que usted debió abandonar para Twin Peaks?
Yo no sé. Debe haber sin dudas, pero si se las cuento, me dirán que no eran tan buenas ideas…(risas).

El doctor Jacoby dice “toca ver, escuchar, comprender y actuar. Actuar ahora”. ¿Es eso un poco usted?
Actuar ahora, sí. El doctor Jacoby, como lo dice Nadine, es el único en decir las cosas tal y como son. Todo el mundo, salvo Nadine y, sin dudas, otras personas, lo toman por un loco. Hay cosas que pasan, como usted lo sabe, y otras que no. Y eso sigue…tengo la impresión de que muchas de las personas desearían que las cosas salieran bien, pero no tienen un lugar para hacer escuchar su voz. Salvo posiblemente ¡los Cahiers du cinema!

Twin Peaks nos da ganas de hacer algo. Eso hace parte también de su fuerza política. Y por eso, es la primera de sus películas que suscita esa especie de reacción.
Sentimos un montón de cosas…(Silencio). El tiempo es inmenso. Yo no sé, ¿ustedes ya escucharon sobre Kali Yuga? En la religión hindú hay diferentes edades: la edad de oro, la edad de plata, la edad de bronce y la edad de hierro. Nosotros estamos en la edad de hierro. Es la más corta de las edades, y dura 432.000 años, y se trata de una edad oscura. Todos aquellos que viven hoy nacieron en esa edad y merecen estar en ella. Pero eso nos da la energía a cada uno para encontrar el camino de la iluminación, salir de los problemas y conseguir nuestro potencial. Es por ello por lo que yo hablo de la meditación trascendental y del aporte de Marahirishi. Esta técnica da a cada humano la posibilidad de trascender cada día, de experimentar la eternidad de la vida, de apagar su consciencia y desplegar el potencial del ser humano que es la iluminación. Al mismo tiempo, eso abre en el interior un campo de paz infinito, que también es de amor, de creatividad, de inteligencia, alegría, fuerza y energía. Todo eso, puede ser sacado a la luz por los grupos generadores de paz. Y cuando está lo suficientemente iluminado, aquello afecta la consciencia colectiva. Y la gente comienza automáticamente a cambiar: se vuelven felices y no quieren más hacer sufrir a los otros. Ellos comienzan a apreciar la vida de una manera pacífica, de una forma que beneficia a todos. Por eso es por lo que medito y por eso me empleo en hacer prosperar los grupos generadores de paz. La humanidad no tiene como fin sufrir. Bendita es nuestra naturaleza. Nosotros deberíamos ser personas contentas, felices (happy campers) que se entiendan los unos a los otros, y encuentren fácilmente soluciones a los problemas. Pero es una batalla porque mucha gente, a veces sin saberlo, luchan contra eso.

¿Twin Peaks es, para usted, una torre de invencibilidad, amor y amistad?
Sí, podemos decir eso si así lo quiere, es muy bonito. Si es eso, es increíble. Cuando usted mira la tv, ve gente que piensa en soluciones para los problemas, pero nadie se pone de acuerdo para decir cuál de las soluciones es la mejor, y cada uno pretende creer en esas soluciones. Sin embargo, las tecnologías para esperar la paz y la iluminación existen, y están al alcance de la mano. Pero ellas, uno no las aprende en el colegio.

En Twin Peaks, usted muestra la violencia, pero también como encontrar la energía para esperar a la edad de oro. Sin embargo, usted no muestra la edad de oro. Podemos imaginar que la temporada se termina en una apoteosis, una edad de oro. Pero no, termina en la noche, delante de la casa de los Palmer, con un grito…
(Risas) Si hoy viviésemos en la edad de oro, nos encontraríamos en el final de Twin Peaks…Pero no vivimos ahí, estamos frente a la casa de los Palmer

¿Usted sabía en principio que la serie se acabaría frente a la casa de los Palmer?
No lo sabía en el principio principio, pero sí antes de filmar.

Y no, finalmente, en la Logia Blanca…
Es raro. Pienso que es una cuestión de subjetividad, de interioridad, que, si usted ve eso, no va a funcionar. Es diferente según cada uno. Es más bien una sensación interior, una cosa sugerida de forma impresionista. Yo no sé, es algo bien abstracto. Puede que a Angelo Badalamenti le haya pasado eso con la música.

Usted quiere transmitir la idea, pero no mostrarla, no ilustrarla
Puede que sea eso. Posiblemente.

Como la semilla, en Twin Peaks…
Sí, eso. Yo voy a contarle una historia que me contaron. Usted sabe que muchos estudiantes de colegio sufren, como los excombatientes, de estrés postraumático. Un profesor de TM (Transcendental Meditation), Mr. Bonchef, enseñaba una técnica de meditación a los estudiantes, profesores y a todo el personal de un colegio muy desfavorecido de Hartford, en Connecticut (donde la Fundación David Lynch tiene sus cuarteles, y donde ella llevó ese programa a ese colegio entre 2006 y 2010). Pero había una banda de negros en aquel colegio que intentaba de convencer a los niños negros de no seguir aquellas enseñanzas porque era una cosa de blancos. Algunos alumnos negros dijeron no, no es una cosa de blancos, Maharishi es indio, y eso es genial. Y después, poco a poco, los miembros de la pandilla se pusieron a meditar y finalmente su líder que, digamos se llamaba Charlie, comenzó. Una tarde, había un grupo de meditación de más o menos 70 personas en una pieza. Al final, Mr Bonchef vio a Charlie que se quedó en su escritorio con la cabeza dentro de sus brazos cruzados. Él se acercó, lo tocó en un hombro: “Charlie, ¿va todo bien?” Charlie levantó la cabeza y su rostro estaba cubierto de lágrimas, y luego dijo: “Señor Bonchef, durante mi meditación me sentí liberado y fue la experiencia más bella de toda mi vida”. Entonces, eso es algo interior. Eso es real, Y las personas deben saberlo porque meditar cada día borra todos los tormentos, y es como el oro puro que entra en nosotros. Meditar todos los días permite entender el potencial del ser humano. Y eso es muy bonito.

¿Usted meditaba con los actores y el equipo en el rodaje de Twin Peaks?
Yo meditaba antes de ir a trabajar y durante la pausa del almuerzo. Algunos meditaban también, pero no todo el mundo.

¿Chrysta Bell, quien actuó como Tammy Preston, medita también?

La relación entre su personaje y el de Gordon Cole es muy bonita
Sí, y con Albert también. Pero Albert murió. Ah, eso me mata. Harry Dean está muerto, la Dama del Leño…y ahora el detective Macklay (Brent Biscoe)…Y Toad, el tipo que le llevaba el pan a Becky también murió. Las personas implicadas en la serie debieron firmar una clausula de confidencialidad y él era muy prudente y no le dijo nada a su familia. Sus allegados sólo sabían que él estaba feliz y excitado, sin saber por qué. Él murió cuatro días después de su día de rodaje, creo. Nada nos permitió presagiar eso, él parecía estar en forma. Me gustaba hablar con él, que estuviera en el plató. Era un tipo elegante. Lo mismo para la Dama del Leño Catherine Coulson. Cuatro días después del rodaje, ella se nos fue. Como si ella hubiese tenido sólo la fuerza para rodar sus escenas.

Es por eso también que hablamos de una torre de amistad
Absolutamente. Yo trabajé con personas que conocía desde hace mucho tiempo. Catherine yo la conozco desde Eraserhead. También trabajé mucho con Harry Dean y lo quería mucho. Cuando alguien se va, se va. No lo puede volver a llamar o visitarlo. Es una locura.

¿Por qué decidió dirigir todos los capítulos? Nadie lo hace hoy en día, porque siempre hay uno o varios showrunners y varios directores. Dirigirlos todos usted, debió haberle demandado una energía enorme.
Sí. Yo estaba en plena forma antes de comenzar el rodaje y ahora a duras penas puedo caminar (risas). Pero yo quería hacer todo, porque todo va junto. No podíamos hacerlo a varias manos, porque así no funciona. Entonces, la primera cosa que le dije a Mark fue que nosotros escribiríamos juntos y yo dirigiría todos los capítulos. Él estuvo de acuerdo.

Los espectadores tenían ganas de recopilar todas las cosas, de encontrarles un sentido. Pero lo que es más bonito es que nos dejaron las cosas en fragmentos. Por ejemplo, para Audrey hay tres pedazos: “la niñita al final del camino” que discute con su marido; la escena del baile; el flash del despertar. En su opinión, ¿usted los mantiene separados? Parecería que usted quiso respetar la lógica poética no rellenar los vacíos. ¿Es así como usted ve las cosas?
Sí, no me gusta mucho hablar de las cosas, eso es delicado. Siempre queremos que las cosas sean las que deben ser. Y eso es la película. Nada debería ser quitado o agregado. ¡La película, es la película! Cuando usted termina alguna cosa, las personas quieren que usted les dé respuestas…

No queremos necesariamente respuestas, sino más bien entender el proceso.
Ok, pero decirle alguna cosa sobre el proceso, sería darles respuestas de todas formas…pero que ustedes, ustedes hablen entre ustedes de lo que les gustó, eso es formidable, es muy bonito. Después, cada uno se forja su propia idea. Si cinco personas van a cenar o tomar un café después de haber visto una película, y una de ellas cuenta sus ideas sobre la película, los otros, incluso aquellos que no exponen sus ideas, van a responder: “No, ¡no se trataba de nada de eso”. Las personas entienden las cosas abstractas y hay muchas maneras de comprender aquello que el lenguaje del cine puede decir.

Su manera de expresarse no es la llenar una ausencia de sentido, sino de dejar que las ideas se expresen y vivan, de alguna manera, para ellas mismas.
Sí, eso es.

Pero eso es difícil porque un guionista o un director se supone que explica, llena los huecos frente a sus interlocutores y financiadores, por ejemplo. Hay una petición de sentido de la parte de las personas que participan en la película.
Yo no estoy seguro de que haya esa necesidad. No existen reglas. Desde nuestros días en los cursos de escritora de guion, ¡aprendimos a seguir un montón de reglas inverosímiles! Se supone que usted debe poner tal elemento en su guion en tal momento…es espantoso. Mientras que, en realidad, las ideas encuentras por ellas mismas el medio para compaginarse y la historia aparece sola. Y eso, eso no se aprende en un manual de escritura de guion, es una sensación.

Los guionistas con los que ha trabajado, Barry Gifford y Mark Frost, ¿comparten su concepción de la escritura?
Puede que de alguna manera ellos no la compartan. Pero hay cosas suficientes para decir. Usted sabe que si les da el mismo guion a diez directores va a tener diez películas diferentes. Cada uno tiene sus ideas, incluso si las palabras son las mismas.

Usted tuvo enseguida el deseo de reunir los actores con los que usted no estuvo en Twin Peaks, pero con los que había trabajado como Naomi Watts o Patrick Fischler quien actuó como Mr. Todd, y a quien usted descubrió en Mulholland Drive.
No necesariamente (pausa larga). No, yo no escribí aquellos roles para los actores. Mr Todd, por ejemplo, o el detective Macklay ya estaban ahí desde el comienzo, desde antes de elegir los actores. A veces usted desea poner a actuar a ciertos actores, pero si ellos no le convienen al rol, usted no los pone a actuar. Sin embargo, cuando corresponden al rol, eso es muy bonito. Yo sabía que Naomi Watts sería perfecta para representar a Janey-E. Ella era perfecta.

Gordon Cole está bien presente en esta temporada. ¿Eso corresponde a un deseo de su parte de actuar?
Era necesario que él estuviera muy presente. Puede que la gente pensara que estaba porque yo quería actuar, pero no, lo estuvo porque era la historia. El FBI busca a Cooper, entonces Gordon Cole debía estar presente. Con Albert formaron un buen equipo, y no veo a quien hubiese podido poner en su lugar.

Algo que es muy interesante también, es que varios de los actores que conocemos, sobre todo gracias a Twin Peaks, debieron cambiar de registro de una temporada a otra como Sherilyn Fenn por ejemplo.
Sí, fue muy interesante. Ellos son realmente formidables.

¿Hace usted muchas repeticiones con ellos? Las escenas entre Audrey y su marido son muy difíciles, por ejemplo.
No, ellos no las necesitaron, sino las hicieron perfectamente bien. En un sentido, hacemos repeticiones al discutir antes sobre la escena y el rol. Todo se pasa de manera…suave.

Hay muchos regresos hacia Fire Walk With Me. Por ejemplo, usted muestra la escena en la que David Bowie dice que no hablará de Judy. ¿Que representaba Judy para usted en aquel tiempo de la película?
La misma cosa.

¿Judy era ya una “entidad malvada”?
Claro (risas).

Todas las ideas que tuvo en el curso de estos 25 años, ¿Cómo hicieron para atravesar el tiempo? ¿Usted las guardó en su cabeza? ¿Las escribió?
No, yo pensé en ellas solamente. Algunas cosas, como ya le dije, ya habían iniciado en el último capítulo de la segunda temporada y en Fire Walk With Me. Yo simplemente me acordé de ellas. Otras también llegaron y al final, fue una combinación de todo.

¿Cómo una idea que atraviesa tantos años puede existir en su vida cotidiana, en su trabajo?
Son como amigas que atraviesan el tiempo, que lo acompañan a uno.

Twin Peaks ha dado mucho de qué hablar. Eso es propio de las grandes obras. Cada detalle nos hace reflexionar y sabemos que usted está bien lejos de las discusiones, pero…
(Risas) Mark va a sacar un libro próximamente (silencio largo). Hum…

Usted está alejado de todo lo que podríamos decir sobre Twin Peaks.
Para mí, es muy preciado que cada uno tenga su propio sentimiento, su propio sueño sobre lo que pasó. Yo no quiero, sobre todo, dañar eso.

Cuando escribimos sobre Twin Peaks, nosotros vimos cuantas de nuestras percepciones eran diferentes más allá de nuestro amor por la serie. Algunos vieron la serie como una llamada a despertarse, otros estuvieron como atascados en la desesperanza…
Es muy bonito todo eso. Maharishi decía a menudo: el mundo es tal como es usted. Cada imagen es la misma, pero cada uno la percibe a su manera. El mundo es tal como es usted.

¿Esa es la finalidad de su trabajo, mostrar las cosas que suscitan reacciones muy diferentes? Twin Peaks es una serie muy rara, muy alejada de nuestra vida diaria, y sin embargo, ella actúa sobre nosotros, en nuestra vida de todos los días.
No, no es el objetivo de mi trabajo. Algunos artistas, directores o escritores, pueden tener objetivos, quieren desencadenar tal o tal reacción. Pero yo, nunca. Son solo las ideas. Ellas tienen un sentido para mí, y yo quiero restituirlas en el bello lenguaje del cine. Siempre digo la misma cosa: yo me esfuerzo de hacer algo correcto, basado sobre una idea, siendo sincero con la idea. Enseguida, si doy lo mejor de mí y estuve fiel a la idea, espero que ella alcanzará a las personas, quienes sentirán su pertinencia. Es eso lo que espero.

Formulémoslo de otra manera. ¿Qué sentimientos le quedaron al final de Twin Peaks?
(Risa larga). ¡Ah! ¡Es una pregunta capciosa! (Un muy largo silencio). Yo no sé si deba decir algo. Creo que es un sentimiento…algo muy gracioso…(Risas). Me prometí no decir nada…usted sabe, en nuestros días, las palabras quedan y son llevadas a rastras, así que tengo que ser muy prudente. Preferiría decir: así fue, y así estuvo bien. No tengo nada para agregar.

Usted quiere proteger los sentimientos de cada espectador
Sí, eso. Ciertamente. Yo los protejo, como desearía que me protegieran. Es algo muy precioso. Eso que usted piensa, es importante.

¿Ese es su vínculo con el público?
Exactamente, es un vínculo, esa es la palabra justa. Estamos ligados

El mundo es un misterio, así que el arte debe ser misterioso
Sí. No hay nada más bello que el misterio. Creo que la gente se vuelve infeliz cuando se resuelven todos los misterios. Un misterio que se resuelve, usted lo deja de lado y pasa al siguiente. Un misterio no resuelto, es frustrante, pero es como un regalo. Hace nacer unas ideas, lo hace pensar, soñar. Los grandes misterios son aquellos que restan en la memoria, como el caso de la Dahlia negra por ejemplo, hace soñar.

Es usted un soñador…

¿Entonces usted quiere guardarse el misterio?
Exactamente. Una historia no tiene final

Usted no concibe al cineasta como una mente todopoderosa que reina sobre su obra y conoce todos los secretos
En efecto, yo me opongo completamente a esa idea.

Entonces, si le solicitamos de resolver los misterios —algo que no vamos a hacer— usted respondería que ignora todas las respuestas, lo cual es cierto de otro lado.
(Risas). Exactamente. Yo no conozco las respuestas. Hay un montón de cosas que ignoro.

¿El deseo de responder a todo, de levantar una esquina del velo para no ver sino otra esquina el velo a levantar, vuelve a la gente infeliz?
Estoy de acuerdo.

Las cosas pudieron haber cambiado entre la segunda y la tercera temporada de Twin Peaks. Probablemente esa voluntad se volvió más obsesiva hoy en día.
Sin duda, sí.

Es por eso por lo que hay una cosa que es inmediatamente útil con esta tercera temporada de Twin Peaks, y es que nos enseña a liberarnos de ese deseo de saberlo todo.
 En sí, está bien que la gente quiera saber, de verdad. Es un poco como al que le gusta los conos del helado de chocolate: a él le gusta mucho comer, pero cuando termina su cono, va a estar insatisfecho. Sin embargo, si el sabor del helado de chocolate persiste en él, va a ser agradable.

¿Fue muy difícil convencer a Showtime y los que pusieron el dinero que tocaba preservar el misterio?
No. No quiero hablar por ellos, pero desde el inicio, yo creo que ellos sintieron que esta temporada debía ser hecha con toda libertad. Ellos fueron formidables, fantásticos, y espero que haya sido algo bueno para ellos que la serie fuese hecha de la manera en que fue hecha.

¿Cómo les mostró la serie? ¿Capítulo por capítulo?
Yo no sé en qué momento comenzaron a ver algo. Creo que les mandamos unos DVDs en caja, junto con unas donas…

¿Para calmarlos los sobornó? (Risas)
(Risas)

¿Usted concibió la serie como un gran todo que usted cortó en 18 capítulos?
Sí, la hice como si fuera un gran filme. Si usted piensa en cada capítulo como una cosa con un final, una caída, aquello sería falso. Pero curiosamente, hay en cada capítulo una suerte de fin natural, una pausa que permite seguir al siguiente. Tuve la impresión de que todo estaba encadenado de manera suave, fluida.

En el montaje, ¿usted desplazó secuencias de un capítulo a otro?
Al comienzo experimenté con cosas como esas, pero al final no, nada fue desplazado. Creo de otro lado que nada fue cortado en el montaje. Todo lo que se filmó, está en la serie. Es muy curioso. Todo encontró su lugar. De manera extraña, tengo la impresión de que es como si ya existiera desde antes, como un rompecabezas que hubiese sido ensamblado completamente en otra pieza, y que ahora tocaba ensamblar en esta pieza. Ustedes recibieron pequeñas piezas, sin saber que poquito a poquito todo encajaba.

¿Hubo nuevas ideas que aparecieran en el montaje? Por ejemplo, el plano sorprendente de Sarah Palmer golpeando la foto que fue insertado entre dos planos, sobre el de Cooper y Laura en el bosque, ¿esa fue una idea que tuvo en el montaje?
Sí, esa ni siquiera estaba en el guion. Es muy raro.

¿Usted filmó ese plano sin saber cómo sería montado?
Yo sabía que sería en los parajes…Pero usted sabe, cuando filmé no sabía cuantos episodios saldrían de todo esto. No tenía ninguna idea.

Cuando usted firmó esta temporada, ¿el número de capítulos no estaba definido?
Era una cuestión de nueve episodios.

¿Qué lo llevó a hacer el doble?
El guion. Hubo cosas que se agregaron. En Hollywood hay una regla según la cual, una página de guion es un minuto de película. No obstante, yo nunca sigo esa regla, eso depende de las páginas.

¿Es porque le gustó mucho que usted alargó la serie?
A mí me gustó todo. Yo sabía que iban a ser más de nueve capítulos, pero nunca que terminarían siendo diez y ocho capítulos al final.

¿Eso no le produjo problemas a Showtime?
No, de ninguna manera. Es como si le preguntaran si usted prefiere que le den 9 dólares o 18. Todo el mundo coge los 18 dólares (Risas).

Es nuevo para usted eso de rodar cosas que serán vistas en pequeñas pantallas, teléfonos, tabletas.
Si usted mira Twin Peaks en un teléfono o una tableta, es necesario utilizar audífonos para no escuchar otros sonidos exteriores y poder estar inmerso en lo que está viendo. Pero mirando en una tableta o un computador, con una buena distancia, bien cerquita, la pantalla tiene la misma talla (proporcionalmente) que si usted estuviese en el fondo de un cine. Entonces, si usted se encuentra en una sala calmada, oscura, puede ser una buena experiencia.

¿Usted habló con los actores después de la difusión?
No, me hubiese gustado que nos hubiéramos reunido para una cena. Sin embargo, era complicado porque todos viven en lugares diferentes. Usted sabe, los actores vienen al rodaje, hacen su escena, pero no ven a los otros actores de las otras escenas. Parecemos una gran familia, pero en realidad nunca estamos juntos. De todas formas, seguimos siendo como una gran familia.

Hay muchos efectos especiales, pero sentimos su preocupación de guardar un aspecto artesanal, como de hecho en casa. ¿Eso quiere decir que usted trabaja solo, con las maquinas?
Sí. Noriko mi asistente y montadora es muy buena con la técnica así que pudimos hacer un montón de cosas juntos. Además, trabajamos con BUF, que son muy buenos.

Eso lo permite continuar el trabajo cotidiano que usted hace con objetos y materiales.
Sí, ese es para mí el trabajo de un director. Queremos hacer todo, hay muchos colaboradores que son de una inmensa ayuda, pero usted siempre va a querer estar implicado en todos los aspectos.

¿Mientras que usted trabajaba en Twin Peaks, también continuó creando cosas, objetos y pinturas?
No, algunos dibujos solamente, pero nada de pinturas ni otras cosas. Usted sabe, trabajábamos prácticamente siete días a la semana, non-stop, entre el comienzo del rodaje y el final de la posproducción. Eso lo devora todo. Además, teníamos fechas que debíamos cumplir. Hacer 18 horas es mucho. Durante dos años y medio más o menos, no hice más que eso.

¿Debió trabajar más rápido que para una película?
Afortunadamente, gracias al equipo de sonido, tuvimos muchas cosas ya listas lo cual nos permitió ganar tiempo, a pesar de todo. La tecnología moderna permite hacer un montón de cosas rápidamente si la suerte lo acompaña.

¿Quiso mantener ese aspecto simple, primitivo, casi gracioso para los efectos especiales?
Sí, un aspecto orgánico, porque iba bien con la idea. ¿Pero usted piensa en qué en particular?

El suéter de Diane que se agitaba cuando estuvo en la logia
¡Ah! Sí, es un buen ejemplo.

¿A usted le gusta hacer cosas entretenidas?

Algo que nos chocó también fue que en las escenas de violencia usted pone la cámara en el corazón de la acción, como en el combate entre Bob y Freddie, por ejemplo. Y a veces, usted se valía de algunas astucias como pequeños jump cuts, como cuando Sarah Palmer mata el tipo en el bar. ¿Tuvo usted algún problema, durante el rodaje, de filmar de cerca la acción?
Yo no sé. Es como siempre, todo va bien con la idea. Tengo la impresión de que todo salió bien. La escena en la oficina del sheriff, al final, fue hecha a partir de diferentes pedazos ensamblados. En el rodaje, usted toma todos los elementos y luego construye la escena. Usted no mueve nada mientras no tenga lo que necesite. Llega un momento en el que usted sabe que tiene lo que necesita para la escena, monta todo eso y puede encontrar oro.

En esa escena, usted inserta un gran plano donde usted mueve la cámara, como con los movimientos de los leñadores que masajean a Bad Coop para resucitarlo.  Sentimos aquella escena en nuestra piel, es increíble.
¡Yeah! (Risas).

Diez años después de Inland Empire, ¿le gustó haber vuelto al rodaje tradicional con un plató y un equipo?
Las cámaras digitales son pequeñas pero una vez que hemos situado los objetivos, que son enormes, ellas se vuelven casi tan pesadas como las cámaras viejas. Me gustaría de verdad poder utilizar una cámara chiquita, sería maravilloso.

Después de Inland Empire, decíamos que, si usted retornara a una película, eso sería necesariamente con una pequeña cámara y sin equipo.
Me hubiera gustado mucho haber hecho eso. Pero con Twin Peaks es imposible.

¿Le hubiese gustado hacer una película en las mismas condiciones que Inland Empire ahora que las cámaras han evolucionado?
Pues ya en esos días había mejores cámaras que la Sony PD-150 que utilicé, pero como había comenzado con ella, pues la mantuve hasta el final. La cuestión es que incluso con las cámaras de hoy en día, hay un trabajo de instalación de la luz que es importante y al que toca invertirle mucho tiempo. Pero es seguro que se puede hacer algo solo, grabando el sonido uno mismo.

Fue muy conmovedor de ver de nuevo Laura Dern y Kyle MacLachlan juntos.
Sí, los volvimos a ver juntos después de Blue Velvet. Fue perfecto.

Ver a Diane en carne y hueso fue una de las grandes sorpresas. ¿Usted ya había tenido la idea de que ella existiera, y usted pensó en Laura Dern para que la interpretara?
Sí, algo así. Debía ser Laura (Largo silencio).

Y bueno, gracias…
Gracias por el bonito trabajo que hacen en su revista.

Usted no se imagina lo importante que Twin Peaks es para nosotros. Fue una gran sorpresa que la serie existiera. Algo tan libre, hoy, parecería imposible teniendo en cuenta que todo está bajo control.
Pudimos hacer lo que quisimos y no existe ningún arrepentimiento. Tuvimos mucha suerte. Por ejemplo, cuando rodábamos, hubo una gran sequía. No llovía. Mucha gente sufría por culpa de la sequía, pero nosotros éramos felices porque sabíamos que no tendríamos problemas con la lluvia. No tuvimos sino un solo día de lluvia cuando estuvimos en el estado de Washington, y debimos rodar una escena en el bosque. Debimos buscar un lugar donde rodar y lo encontramos en el depósito. Eso nos salvó, porque o si no, debíamos haber filmado en los bosques y eso hubiese sido un desastre. Así que la lluvia fue benéfica.

Tenemos la impresión de que, en la tercera temporada, vemos más los alrededores de Twin Peaks con mucha menos luz.
Como usted sabe, para mí, el piloto de la serie es el verdadero Twin Peaks. Cuando lo rodamos llovió, hacía mucho frío. Era una sensación maravillosa. Todos los actores estaban ahí, la atmosfera era buena. Fire Walk With Me fue filmado en verano: era realmente Twin Peaks, pero la atmosfera era diferente. La tercera temporada fue también rodada con buen tiempo.

¿Cómo terminó aterrizando en Dakota del Sur?
¡No lo sé!¡De verdad! (Risas).

¿Conocía el rincón?
Seguramente habría ya pasado, pero no, no lo conocía.

¿Le gustó la región?
Mentalmente sí. (Risas).

¿Qué está haciendo en estos días?
Voy a ir a Roma, tengo que pasar por Ravena. Luego, volveré a París para este libro que va a salir pronto (nos muestra su libro de fotos de desnudos). Haré firma de libros en Paris Photo. Luego voy a mostrar mi “monkey film” (el cortometraje What Did Jack Do?) en la Fundación Cartier. Es una peliculita rara de 17 minutos. Luego voy a Polonia, a Bydgoszcz para el Camera Image Film Festival, y a Torun para una exposición. Luego, voy a Ucrania y a Georgia para hablar de la meditación trascendental. Luego volveré a trabajar a Idem a finales de noviembre. Si me dejan trabajar aquí será fantástico.

¿Utiliza alguna cámara cuando viaja?
No. Cuando tuve mi primera cámara, una Bolex, tenía consciencia de que el carrete era caro. Entonces, no filmé sino cosas precisas. En Eraserhead, cuando vi que Fred Elmes utilizaba la cámara para filmar unas pruebas, me volví loco. Me enfadó también de que filmara cosas frívolas. Así que no filmo. A veces lamento no haber tenido una cámara pequeña a la mano para filmar algo que me interesase. Por ejemplo, si ustedes ven una casa que prende fuego, la filman.

¿Y su teléfono? ¿Filma con él?
Me ha pasado, me pasa, raramente. Sí, yo filmo cuando una mosca es atrapada en una telaraña. ¿Ya han visto eso? ¿Cuándo una araña enrolla una mosca en su tela? Es increíble. Tenemos la impresión de que la mosca se dice: “¡Mierda! Estoy perdida”. Ella tiene todo el tiempo de pensar antes de que la araña la atrape (da un golpe con su taza). ¿Quieren hablar de otras cosas? ¿Me quieren ayudar a traer la paz a la Tierra?

Nos gustaría…
Perfecto, ¡hagámoslo!

Tendríamos que empezar por hacer las paces con nosotros mismos
Tienen toda la razón. Maharishi dice: comiencen la meditación trascendental, y se convertirán en una luz para ustedes mismos. Luego, apoyen los grupos de generadores de paz, y en camino. Eso cambia todo.

¿Cómo actúa la David Lynch Foundation?
Creo que ayudamos a más o menos 500.000 personas a meditar. Es un número nada mal de personas. Sobre todo, en Sudamérica. Por primera vez, no hay guerra por allá, a pesar de que siempre ha habido. Hay todavía muchos problemas como en Méjico, por ejemplo, con los carteles de la droga, gente que se mata, pero no hay más guerra.

También hay en Estados Unidos gente que se mata.
¡Sí, sí! Creo que 92 personas mueren cada día por culpa de la heroína. Una cada quince minutos, y eso aumenta, es una epidemia. Y los veteranos sufren de estrés postraumático. Hay, si no me equivoco, veinte suicidas por día entre los veteranos. No soportan más vivir. En la noche tienen pesadillas horribles, y es todavía peor cuando se despiertan. Hay mucho sufrimiento, y como si fuera poco, ahora tenemos a Trump. Es una locura.

Cuando vimos las imágenes de la masacre en Las Vegas, todos pensamos inmediatamente en Twin Peaks: el lugar desde el que el asesino disparó se parece al Silver Mustang Casino. ¿Y ya vio la casa en la que él vivía? Se parecía a la casa de Dougie. Es increíble como la serie refleja los Estados Unidos de hoy, como ella misma pareciera predecir cosas: los asesinatos en Las Vegas, el escándalo de violencia sexual contra las mujeres…
Sí, sí…es verdad.

¿La coincidencia con los asesinatos de Las Vegas lo tocaron?
No, nunca pensé en eso, pero entiendo lo que quiere decirme. Hay serios problemas mentales de todas formas…

Twin Peaks muestra lo peor de los Estados Unidos. Como la presencia de las armas de fuego. En el último episodio es, también gracioso, cuando Cooper le dice al tipo que suelte el arma, y él le responde que no tiene. Cooper insiste y saca un revolver.
Sí, el mundo contiene unas ideas. Las personas de la Roadhouse, cuando hablan, nos muestran que tienen un buen número de problemas (Risas). Hay también el humor de Twin Peaks, pero ese es realista.

Tenemos la impresión de que usted no soporta a esas personas violentas, agresivas, brutales, vulgares, hechas a la imagen del tipo que arruina el baile de Audrey al comenzar una pelea.
No, esa es la idea. No sabemos nunca qué viene primero.

¿Por qué la bomba atómica es tan importante?
Para hacer un hueco.

Y crear…
…No diré más (Risas).

Es interesante porque la bomba atómica es un evento de escala mundial para toda la humanidad, no solamente Twin Peaks. Es la primera vez que usted hace que la historia del mundo entre en su obra.
La bomba atómica viene de la imagen de la oficina de Gordon Cole. Esa es exactamente la misma imagen que está colgada en el muro de Henry en Eraserhead.

Frente a aquella imagen, en la oficina de Gordon Cole, hay un retrato de Kafka que nos hace pensar en La metamorfosis, entonces la criatura del capítulo 8, bueno, creemos que no nos dirá más…
No (Risas).

Todas esas cosas producen chispas en la cabeza.
Sí, es bonito. Además, hay otra imagen en la oficina.

¿Qué imagen?
Miren, ahí pueden observar.

¿Usted pensó en Dreams That Money Can Buy de Hans Richter para la dormilona y el monstruo? (le mostramos unas imágenes publicadas en los Cahiers de octubre)
¡Wow! Es muy raro. Fantástico. Yo conozco esa película, hice un programa sobre él (Ruth, Roses and Revolver, pasado en la BBC en 1987).

¿Había pensado en él?
No, o bueno, quien sabe. De pronto en alguna esquina de mi cerebro.

¿Le gustaría mostrar la serie en una sala de cine?
Claro que sí. Teóricamente es posible. Ya hicimos unos DCP en 4k. Pero para proyectar todo de una, tocaría remontar, para retirar los genéricos, y no creo que eso se haga en un día. Tocaría hacerlo en tres noches, tres veces de seis horas, con pausas después de tres horas, puesto que 18 horas es mucho.

¿Con un café, donas y unas pausas para un cigarrillo?
Ahí lo tiene, eso estaría bien.

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