viernes, 29 de mayo de 2015

La muerte de la WCW (1) - Introducción

Hace ya varios años, di con un libro en inglés llamado La muerte de WCW de R.D. Reynolds y Bryan Alvarez. En aquel entonces quise traducirlo porque no había ninguna versión en español y escribí algunos capítulos en español. Para no dejar que se queden ahí dormidos en un archivo de word. Sólo me queda por decir que si existe alguna violación al derecho de autor, les agradezco se me informe para borrar el texto y que cualquier error me lo hagan saber para corregirlo. Gracias.

Sólo recuerdo que esta es una traducción amateur y puede contener errores. Así que si tienen sugerencias para mejorar tal o tal cosa, las pueden dejar en la caja de comentarios que con gusto las revisaré. En todo caso lo de siempre, si quieren leer una mejor versión vayan a la original. Esta es sólo una tentativa por acercar al público no angloparlante a este muy buen libro. Además, el texto que se utiliza para esta traducción es la primera edición.

INTRODUCCIÓN

Aquí miente World Championship Wrestling 1988-2003

¡World Championship Wrestling no debía morir!

Cualquier persona con sentido común sabe que es verdad. Cuando la compañía empezó a tener su apogeo en 1997 todo indicaba que estaba destinada a florecer y a prosperar. La empresa tuvo varias ventajas injustas, lo que mostraba que no solo querían continuar expandiendo sus utilidades, sino que querían eventualmente volver polvo cada una de las otras compañías de wrestling del país.

¿Por qué no pudo?

O mejor, ¿cómo no lo lograron?

La compañía tuvo los mejores talentos individuales que el mundo del wrestling ha conocido: los dos hombres que definieron el wrestling profesional en los años 80 Hulk Hogan y Ric Flair, quienes hicieron su hogar en WCW. Los más populares wrestlers de los 90s, incluyendo a Sting y Bret Hart, quienes compitieron en los rings de WCW; al igual que Kevin Nash y Scott Hall, los cuales revolucionaron el negocio como los Outsiders y poco después formaron el núcleo de la infame New World Order. La compañía tuvo los más talentosos in-ring workers: como Chris Benoit, Eddy Guerrero y Dean Malenko;  al igual que los más grandes high-flyers del mundo (Juventud Guerrera, Rey Mysterio jr) entre otros. Si lo anterior no es suficiente, la WCW contrató al hombre que pudo liderar la industria en el siguiente milenio, quien congregaba miles de fans en diferentes arenas para ser visto: Bill Goldberg. Semejante roster de talento no había sido visto en una empresa single pro-wrestling antes.

Cuando su buque insignia WCW Monday Night Nitro fue creado, muchos fans viejos regresaron para ver las estrellas con las que crecieron, creando la mayor audiencia de wrestling que la industria de la televisión por cable había visto jamás. WCW estuvo en un lugar que ninguna otra compañía tuvo desde que Vince Mcmahon tomó la World Wrestling Federation nacional a mediados de los años 80 con el ánimo de acabar con toda la competencia. Muchos wrestlers estuvieron impacientes de irse de sus respectivas compañías para entrar en la WCW, no sólo para incrementar sus salarios, sino también por el miedo de que la WWF dejara de existir. De alguna forma, estaban mirando cómo sobrevivir.

WCW fue más allá. Nitro sobrepasó no sólo a Raw en los ratings, sino a otros programas en la televisión. Ellos no eran únicamente el show de wrestling número uno, sino también el programa más visto de la televisión por cable. Cada semana Nitro presentaba 3 horas de acción en vivo con storylines de punta, luchas emocionantes y una producción que el mundo del wrestling no había visto antes. Además, la WCW tenía uno de los tours con más utilidades en el país, ya que los fans no sólo iban a las arenas para ver los nitros en vivo, sino también para ver los megashows del mes. Los que no podían ir al show en vivo ordenaban el pay-per-view, gastando más de 30 dólares al mes para ver los eventos especiales. Y no olvidemos la gran cantidad de mercancía vendida, desde camisetas, posters y revistas, hasta ositos teddys en versión luchador; todo con el logo de la WCW.

Lo anterior, le dio dinero a la compañía, la cual llegó a tener ganancias de más de 55 millones de dólares en un solo año.

Ahora retomemos otra vez, para dejar constancia de por qué la WCW no debía morir.

En efecto, no sólo la WCW no debió desaparecer de la faz de la tierra, sino que haber pensado en su fracaso era realmente absurdo.

¿Cómo fue posible que esta compañía tuviera el mismo destino del dodo? Los fanáticos de la WCW decían—inexactamente, pero ese no es el punto—que ésta debió haber durado como cien años. ¡¡¡Cien años!!! No sólo debió haber durado más que cualquier empresa de wrestling, sino que incluso, ellos insistían que debió haber durado más que cualquier otra forma de entretenimiento. Debió haber durado tanto como la televisión, el cine o la Liga Nacional de Fútbol Americano.  Por dios, la WCW no era sólo una empresa de wrestling, ¡sino era una institución americana!

Era impresionante como la compañía pudo simbolizar el volver a las raíces, “casi a los días de Abraham Lincoln”, pero más impresionante aún, es el hecho de que tenía como dueño al más grande magnate de los medios de comunicación en todo el universo: Ted Turner, la verdadera razón del porqué la empresa no podía ni debió haber muerto; simplemente porque tenía mucho maldito dinero detrás de ella. Turner obtuvo la compañía a finales de los años 80 como un juguete, como un hobby y a decir verdad, no estaba preocupado de si llegaba a ganar un centavo. Nada perdía, puesto que para él, todas las pérdidas eran como quitarle un pelo a un gato y nada cambiaría esto.  Pero desde que el wrestling tuvo como elemento clave las cadenas de Turner o mejor, desde el lanzamiento de Superstation, ellos se encargaron de mantenerla, sin importar lo que fuera.

De esta manera, ellos tenían sus shows al aire en sus canales TBS y TNT en las horas prime de los lunes, miércoles, sábados  y domingos en la noche. Piensen acerca de esto: en cualquier semana, la mayoría de las veces, WCW era presentada en el prime time de una de las cadenas de Turner.  Si hubiese sido necesario un espacio de tiempo vacante para un nuevo show, o quizá un empleo bimestral especial, el tío Ted solo necesitaría realizar una llamada. Pero volviendo al poder de las cadenas de Turner, la promoción de los eventos PPV no era menos que grandiosa.

¿Quién en la tierra se podía imaginar que la World Championship Wrestling moriría?

Después de todo, si la compañía debía a morir, pudo haberlo hecho años antes de llegar a su cumbre.  WCW pudo haber muerto en 1993, cuando perdió 6 millones de dólares filmando carísimos videos publicitarios de los que se destaca el de los botes explosivos y los enanos de un ojo. Debió morir cuando un supuesto “cowboy” racista fue campeón e intento crear un tag team de esclavos que comprendía a dos negros; enfadando al Hall of Fame y a Hank Aaron en el proceso. También pudo haber muerto cuando perdió a su mejor talento Ric Flair.

Pudo haber muerto y quizá debió morir, pero no lo hizo.

World Championship Wrestling nunca murió. Se burlaron en la cara de la muerte y siguieron riéndose al ganar más dinero en 1997—como 50 millones—en comparación al que habían perdido en años anteriores. WCW no estaba muriendo; estaba creciendo y expandiéndose, convirtiéndose en la compañía de wrestling que nadie podía enfrentar. WCW estaba siendo el punto de referencia del éxito en la industria del wrestling. Los fans lo sabían, los luchadores lo sabían y hasta WWF y Vince Mcmahon lo sabían. La WCW era exitosa, por lo que los estúpidos errores que realizaron, no tendrían importancia al lado de las utilidades entrantes. Los ratings que llegaban los martes en la mañana justificaban cualquier cosa junto a los increíbles buy rates[1]  y el público en vivo.

Sí, la WCW estaba en la cima y supo cómo estar ahí, pero nunca cambió nada.

Después de todo, ¿por qué hacer relevo para que los nuevos talentos estuviesen en los primeros puestos? Las estrellas habían estado en la cumbre por años —los Hogan, los Nashes y otros— y siguieron siendo estrellas por años, por lo que nunca fueron bajados de su pedestal. Claro, los otros eran jóvenes y —dudosamente— los más talentosos del roster, pero ellos ciertamente no vendían. 

Los fans no podían comprar a estos chicos como main-eventers; ya que después de todo, esos wrestlers nunca habían tenido una posición importante antes y nadie sabía si ellos podían soportar la presión. Por otra parte, Hogan y Nash fueron las estrellas a los ojos de los fans. Si alguno intentaba convencer a los directivos de la WCW de otra cosa, estos dos luchadores estarían más que felices de ir a explicarles cual fue su rol cuando transformaron la compañía en la número uno del planeta.

Pregunta: ¿Por qué arreglar lo que no estaba dañado?

Respuesta: Porque aunque no estaba dañado, estaba deteriorado.

Casi tan rápido como crecieron, los ratings se estancaron. De la misma forma que la base de fans de WCW empezó a llegar en números record, se paralizaron los ratings, es decir, de forma estrepitosa.
La audiencia se cansó de ver el mismo viejo contra el mismo viejo y la gente votó con su control remoto. No sólo los ratings colapsaron, los buy-rates de los ppv importantes también bajaron y poco a poco cayeron al fondo del abismo.

Los luchadores que supuestamente llevaron a la compañía a su apogeo, empezaron a formar riñas tras vestidores, eligiendo la vanidad, como ladrones en la noche, antes que cargar con cualquier culpa por los fracasos (tal y como cualquier otro parcialmente haría).

Incontables millones fueron gastados en arreglos rápidos que no hicieron más que alejar a los fans. Regímenes cambiaban en backstage. Nuevos escritores fueron traídos. Nuevos sets eran construidos. Nuevos PPV fueron creados. Bandas de Rock and roll eran traídas para mini-conciertos.

Nada hacía una maldita diferencia. Todos esos arreglos cortoplacistas valieron tanto como colocarle una venda a un tumor cancerígeno.

¿World Wrestling Championship se suponía que no debía morir?

Es cierto.




[1] Es el porcentaje de suscriptores que pagan por ver un programa de pague por ver (PPV).

4 comentarios:

  1. Podrias subir más capítulos? Esta muy buena la introducción , saludos

    ResponderEliminar
  2. Saludos,sigue traduciendolo por que hay millones de fanaticos como yo que nos dolio la muerte de WCW. Gracias

    ResponderEliminar
  3. Saludos,sigue traduciendolo por que hay millones de fanaticos como yo que nos dolio la muerte de WCW. Gracias

    ResponderEliminar
  4. Oye me parece interesante esto. Y me doy cuenta de que aew es años luz de WCW y WWE. Porfavor. S publica un nuevo artículo estamos en el 2023 quisiera deleitarme con algo nuevo y fresco. Gracias

    ResponderEliminar